En este mundo recauchutado con silicona, estirado a base de liftings, repoblado gracias a injertos e inflamado de esteroides, quizás deberíamos aprender a reírnos un poco más de nosotros mismos, quitándole algo de importancia a eso de la belleza.
Podemos empezar con un sencillo ejercicio:
Pincha en el “espejito, espejito mágico…” para visualizar y escuchar esta instalación de la artista
Pilar Albarracín (quizás tarde unos segundos en cargar el sonido)
la belleza es bella cuando te ríes con ella...
*yomismo pensando en unos piquitos de BOTOX, de esos que te paralizan la risa.
lo ves?... después de un miércoles jodido donde los haya, alguien, un desconocido, te provoca una risa sonora.
la verdad es que ese ejercicio, reirse de uno mismo, lo practico con frecuencia. Gracias.
Otro
¡habrase visto! ¡pero bueno! ¿yo feo? ¡tu a mi no me conoces! ¿yo feo? ¡eso no te lo crees ni tu! ¡vamos con lo monisimo que soy yo!
A Ojos Claros:
Deberes - Vover a leerse mi post.
Guasabi: el Botox ni torcarlo, que te veo venir...
Y a Otro: Gracias por la visita, majo.
jajajaja, es genial, yo a veces me lo digo.
pero otras, muchas, la verdad, me miro me sonrío y me digo ¡cómo me gustas, chica¡
eso tiene castigo y no te preocupes porque la pago con creces
;)
jeje, me gusta, además al sonreir y reirse de si mismola gente está más guapa, no?.
siloam
¡Ya lo he leído otra vez, pero yo me sigo viendo guapisimo! (que es lo importante)
eres un caso perdido, majete.
jajajja.